Tengo 23 años y hace 7 meses más o menos que
tengo pareja estable. Cuando hacemos el amor, él siempre me pregunta si
me he corrido y, la verdad, es que yo no sé que decir. Me excito
enseguida pero tengo la sensación de que me quedo ahí, a las puertas, de
que no llego a alcanzar el orgasmo. Creo que el problema es que él no
juega demasiado antes de la penetración. Su hermano dejó embarazada a
una chica y él en cuanto se le pone el pene erecto se coloca el
preservativo porque tiene mucho miedo. Yo pienso que no va a pasar nada
si jugamos un poco antes, y que no hay ningún riesgo a no ser que la
introduzca ¿verdad? También puede ser que no conozco bien mi cuerpo, y a
lo mejor hay algún punto con el que puedo alcanzar el orgasmo más
fácilmente. He intentado masturbarme pero para mí no tiene mucho
aliciente, porque me es muy difícil separar el sexo del amor. Yo
prefiero estar abrazada a él que cualquier orgasmo que yo me pueda
hacer. A lo mejor lo único que me gusta es sentirme querida y por eso me
pongo muy tensa y ansiosa. ¡Fíjate que, a veces, después de hacer el
amor, me duelen la rabadilla y los glúteos! ¿Que puedo hacer?
María.- Zaragoza.
La
solución la tienes al alcance de la mano, porque entiendes muy bien el
problema que sientes. La falta de orgasmo siempre se debe a la tensión.
El orgasmo es una respuesta automática que se desencadena desde la
médula espinal y es tan automático como un estornudo y en cierto modo
muy parecido a él. para que se produzca son necesarias varias
circunstancias, la primera es estimular la zona adecuada, en la mujeres
esta zona es el clítoris que se encuentra en la zona superior de la
vulva entre los repliegues que forman los labios mayores y los menores,
la caricia en esta zona tiene que ser constante y rítmica, no es bueno
empezar acariciando allí y luego cambiar a otra zona, porque lo más
seguro es que la excitación se pierda y el orgasmo no llegue, si
seguimos con el ejemplo del estornudo, este siempre se produce en la
nariz, es decir, que si empezamos a sentir deseos de estornudar y nos
apretamos la nariz con fuerza para que el cosquilleo desaparezca, el
estornudo no se produce. La segunda es desconectar y dejar que el cuerpo
vaya a su aire, en piloto automático, lo mejor es concentrarse en las
sensaciones y dejar que las cosas pasen sin intervenir, y mucho menos
contraerse o apretar los glúteos buscando algo que solo va a producirse
estando “relajada”. También es muy importante darle su tiempo, en sexo
el tiempo es importantísimo, si estamos pendientes del reloj o de las
sensaciones del otro, nos alejamos de nuestro propio cuerpo y no nos
concentramos en nuestras propias sensaciones. No todo es cuestión de
penetración. Procura que tu orgasmo sea el primero. De ese modo tanto tú
como tú pareja estaréis más relajados y tranquilos. Es bueno ponerse el
preservativo pronto pero el cuerpo de los chicos tiene muchos mas
objetos de placer además del pene como manos, piernas, boca, lengua etc.
Tengo 24 años y consigo mis mejores orgasmos
si mi chico me pellizca los pezones con mucha fuerza mientras los estoy
teniendo. Yo siempre que me masturbo me lo hago y al principio me sentía
muy avergonzada y no me atrevía a pedírselo a él por si pensaba que soy
una pervertida pero ahora creo que está de acuerdo y se lo pasa también
bien. Lo que me preocupa es que a veces se asusta pensando que cada vez
necesitaré mas dolor y tiene miedo de que no sepamos parar y nos
metamos en una relación sado-masoquista que él no quiere ni yo tampoco.
Isa .- Gran Canaria.
No
creo que seas una pervertida, pero el dolor asociado al placer es una
de las cosas más oscuras que tiene el sexo. Como cada persona se excita o
consigue su orgasmo es algo personal y surge de experiencias
infantiles, ancladas en el pasado, muy difíciles de reconocer. Los
centros del placer y los del dolor están muy juntos en el cerebro y lo
mismo que, a veces al activar el dolor el placer se inhibe otras sucede
al revés. Algunas mujeres y algunos hombres disfrutan mas de su orgasmo
se en el momento de producirse siente una pequeña cantidad de dolor,
pequeños mordiscos, arañazos o pellizcos aumentan notablemente la
sensación orgásmica. Nada de esto tiene que ver con una relación sado-masoquista
que se basa exclusivamente en el dolor. Si tu estás segura de que tu
pareja no te va a dar mas dolor del que tu necesitas y el también
disfruta con lo que estáis haciendo dejad de preocuparos porque las
cosas son como son, lo que las desvirtúa es lo que pensamos de ellas.
Tengo 26 años y me gusta la ropa interior
negra y los zapatos de aguja, disfruto mucho tanto poniéndomelos como
viéndolos en otros o en escaparates. Nunca he comentado con nadie mi
enfermedad y hasta ahora lo he llevado bien, pero he conocido a una
chica que me encanta como mujer y como persona y no me atrevo a decirle
nada. Tengo miedo a que se crea que soy un monstruo y la verdad es que
estoy empezando a considerarme un anormal. ¿Hay algún tratamiento para
mi problema?
Melchor. Málaga.
El fetichismo, que es
la necesidad de la presencia de un objeto para la completa satisfacción
sexual, solo se considera problema cuándo el objeto sustituye a la
persona, cuándo esto no es así no solo no se considera problema sino que
la moderna sexología considera que todos tenemos un componente
fetichista absolutamente necesario para que el deseo sexual se
manifieste. Este componente forma parte del objeto de deseo sexual y
constituye lo que en otras áreas de la conducta humana llamamos gustos
¿por qué una personas prefieren los colores cálidos y otras los fríos?
¿Por qué unos van al mar y otros a la montaña? ¿Por qué unos comen unos
alimentos y otros no? Son preguntas que no tienen más que una respuesta:
por nos gusta... En sexo es igual las preferencias forman una parte
importante de la erótica y sin ellas el sexo se queda prácticamente en
nada. Lo mejor que puedes hacer es comentar tus gustos con tu novia, si
le hablas sencillamente y sin culpas, posiblemente ella acepte tus
gustos como un juego erótico y sea capaz de contarte los suyos, con lo
que enriqueceréis vuestra relación sexual.
El asunto es el siguiente y le pido que me
perdone pues no se por donde empezar. Hace dos años conocí a una mujer, y
ese mismo día me acosté con ella era la primera vez para mi y lo que me
hizo me enloqueció. Al descalzarme me empezó a lamer las plantas y los
dedos de los pies sudados y llenos de olor, a mi me excitó mucho porque
ella me dijo que el que le sudasen u oliesen los pies a un hombre le
encantaba porque lo encontraba muy varonil y macho. Desde entonces nos
pusimos a vivir juntos y hacemos el amor locamente porque ella dice que a
nadie le huelen los pies como a mi.
Yo trabajo en hostelería y
ando todo el día de un lado para otro y llego a casa a las tres de la
madrugada, ella me espera despierta para lamerme los pies, a mi me
relaja y me satisface muchísimo, sexualmente nos entendemos muy bien y
yo procuro cuidar de sus gustos, utilizando calzado cerrado y calcetines
de nailon para que me suden bien los pies.
Aunque parezca increíble
yo era un hombre feliz hasta que vino a vivir a mi casa un pariente que
necesita abrirse camino en la capital. Una noche en la cama me dijo de
forma brusca que si mi pariente no me había contado nada. Yo le dije que
no pero me mosquee y a la mañana siguiente me fui hacia él y le
pregunte que tenía con mi mujer.
El me contesto que nada, pero
me contó que una tarde que estaba echado la siesta, ella entró en su
habitación y la sorprendió oliendo sus calcetines sudados, y se ofreció a
lamerle los pies a él también. El que es un gilipollas o un listo y al
que le sudan y huelen los pies tremendamente, se dejó lamer los pies, me
dijo que solo habían hecho eso, pero yo lo estoy viviendo como una
traición.
Creo que se me ha convertido en una obsesión y que
si hubieran pegado un polvo solo, no me hubiera dolido tanto. Ella dice
que es una bobada y que no tiene importancia pero a mi me comen los
celos y pienso que si se vuelve a encontrar a otro que huela peor que yo
se irá con él. Lo cierto es que ahora sé que no puedo vivir sin ella.
Jordi.- Tarragona.-
El
olor sexual forma parte de los códigos de comunicación de toda la
Naturaleza, de él se valen animales y plantas para atraer a sus
compañeros sexuales. Este olor esta compuesto de bisulfito de metilo y
aceites esenciales y es exudado por unas glándulas que, en los seres
humanos se encuentran en la boca, los genitales, las manos y los pies.
Desgraciadamente los “civilizados” hemos ido perdiendo la capacidad de
reaccionar ante estas hormonas llamadas feromonas; pero algunas
personas, como tú compañera, todavía conservan esta propiedad.No me
extraña que te sintieras tan dolorido por lo que ella hizo ya que lo has
vivido como una traición, pero no te lo tomes tan a la tremenda, un
pequeño desliz lo tiene cualquiera y estoy segura que si ella está
contigo no es solo por tu olor sino por muchas otras cosas que
seguramente os unen. Perdonar y olvidar son las palabras más importantes
dentro de una buena relación de pareja.
Soy un chico gay de 21 años y todavía no he
tenido ninguna experiencia sexual completa, tan solo pequeñas caricias y
masturbaciones mutuas. Yo querría tener más experiencias sexuales,
porque tengo una pareja a la que quiero mucho y con la que me siento muy
unido, pero no me atrevo a ir “mas allá”.
Mi pregunta es ¿es
cierto eso de los desgarros si se practica es coito anal? ¿Es malo para
los músculos del ano? ¿Duele mucho? Y en caso afirmativo ¿Hay algún
método para mitigar el dolor?.
Andoni.- Vizcaya.-
Evidentemente,
el coito anal, sin preparación ninguna y a “lo bruto” no solamente
produce desgarros en la musculatura del ano, sino que el dolor es tan
desagradable que la próxima vez que se intente posiblemente se produzca
una contracción muscular y sea mucho más difícil y doloroso.
Lo
primero que quiero que desmitifiques es el coito o la penetración como
máxima expresión del amor de una pareja, esto no es así, el amor, la
pasión y el sexo puedes manifestarse a través de cualquier vía
sensorial, la masturbación, la caricia en todo el cuerpo, los masajes
etc... Son prácticas muy sensuales y muy gratificantes.
Una vez dicho
esto si, no obstante, queréis hacer penetración lo mejor es que
empecéis lubricando convenientemente toda la zona del ano masajeándola y
acariciando para que la musculatura se relaje. Ten en cuenta que el ano
es un esfínter que está preparado para dejar salir no para permitir la
entrada y hay que ir enseñándole despacito y desde el placer, no el
dolor. Después y en un buen estado de excitación, nunca en frío,
introducir un dedo y moverlo dentro haciendo un círculo para que el
cerebro registre la sensación y la codifique como placentera.
Repetir
el ejercicio anterior en sucesivas ocasiones hasta que notéis que el
esfínter se abre el solo ante el contacto o la “llamada” cuando esto
suceda se puede introducir el pene bien lubricado. Lo que suceda después
ya depende de vosotros.
Pero es conveniente recordar la regla de
oro del sexo. Todo lo que se haga tiene que moverse en el espacio del
placer sí no es así, no funciona.
Soy un chico de 22 años, mantengo relaciones
sexuales con mi novia desde hace una año, pero ella no siente placer con
la penetración, se excita mucho pero cuando la penetro se la pasa.
Ella
no me deja que la masturbe. Creo que el problema lo tengo yo, que me
voy muy rápido y no le doy tiempo para sentir el placer.
He probado
con preservativos de esos que dicen que retardan la eyaculación peor no
da resultado. Quisiera saber a qué se debe y qué podemos hacer.
Andrés.- Palencia
Creo
que lo que quieres decir no es que ella no siente placer con la
penetración sino que no llega al orgasmo mediante esta técnica. La
mayoría de las mujeres no se sienten demasiado satisfechas con la
penetración, porque las terminaciones nerviosas de la vagina son muy
pocas y todas ellas están en el primer tercio cerca de la entrada, esto
quiere decir que difícilmente pueden llegar a sentir un orgasmo con una
estimulación tan pequeña. El centro del placer femenino es el clítoris, y
es allí desde donde se desencadena el orgasmo. Si ella se excita mucho
observa que estás haciendo en esos momentos y procura seguir haciéndolo
durante la penetración. Hay otra cuestión que también es importante
tener en cuanta, es el momento de la penetración, la excitación femenina
es como la erección del pene masculina, hasta que este no esta
perfectamente erecto no se hace penetración, es fácil saber si la chica
está perfectamente excitada.
Durante la primera fase de la
excitación, el orificio vaginal se relaja, aumente de tamaño y se
lubrica abundantemente, este no es buen momento para penetrar. Hay que
esperar un poco más, esperar a que toda la zona se cargue abundantemente
de sangre, en este momento el orificio se hace más pequeño, puedo que
la penetración resulte un poco costosa pero la fricción que se produce
es muy grande y el orgasmo no tarda en llegar.
Nada tiene que ver lo
que tu “aguantes” con la penetración si esta se realiza inadecuadamente
porque si no hay estimulación se pierde la excitación y por mucho que
dures dará igual.
Tengo 23 años y salgo desde hace 4 con mi actual novio. El caso es que cuando estamos juntos lo pasamos muy bien, mantenemos el mutuo
deseo, no hay problemas de excitación ni de orgasmos por parte de
ninguno de los dos. Yo era virgen hasta hace poco y cuando, por fin nos
decidimos a atener relaciones sexuales completas, las veces que lo hemos
intentado es como si dentro de mi vagina hubiera un globo que se hincha
y él no fuera capaz de traspasarlo y yo aunque quiera no soy capaz de
relajarme, es más, ni siquiera soy capaz de ponerme un tampón porque me
dan unos sudores fríos y tengo que dejarlo.
Estoy aterrorizada también por si falla el preservativo, pero creo que no es solo eso, lo digo por lo de los tampones.
Sagitario.- Badalona.-
Lo
que te pasa, en sexología, se llama vaginismo, que se define como una
contractura involuntaria de los músculos perivaginales, es decir de los
músculos que cierran los esfínteres anal y uretral, y el orificio
vaginal.
Las causas de esta contractura no son demasiado conocidas
pero en general se supone que es el miedo. El miedo al dolor en la
primera relación, el miedo a hacerse pis, el miedo a quedarse embarazada
y en total un poco de todo esto.
Lo primero que te recomiendo es que
no volváis a intentar la penetración, de momento, empieza por meterte
tu misma un dedo lubricándolo con agua, saliva, o cualquier otro
producto no graso.
El proceso es lento y hay que ir haciendo
despacio sin ansiedad ni miedo, se trata de abrir y dilatar algo que por
estar cerrado durante tanto tiempo no tiene la flexibilidad y la
dilatación necesarias para que el pene penetre.
Después de que hayas
conseguido meterte un dedo, es momento de intentar meterte el tampón. La
mejor postura para esta segunda fase es en el cuarto de baño con un pie
sobe la tabla de la taza del water y el otro sobre el suelo.
Introdúcelo bien hasta el fondo para que el primer tercio se cierre
detrás de él no sobre él, ya que en este caso te dolerá.
Cuando
consigas meterte y sacarte el tampón con facilidad, pasa a meterte dos
dedos. Si lo consigues el orificio se ha dilatado lo suficiente para
permitir el paso del pene.
La primera vez que lo hagáis, os
recomiendo la postura del misionero, que el lo intente, primero
golpeando con el pene suavemente en la puerta de la vagina y luego on
una penetración rápida. Después quedaos durante unos segundos quietos
para que tu vagina perciba el pene dentro y tu cerebro también.
¡Ánimo!
Es un poco pesado pero fácil de resolver. De todas maneras si ves que
te es imposible hacer lo que te he propuesto, ponte en contacto con un/a
experto/a en sexología.
© Pilar Cristobal 2022