Las 20 Zonas Calientes De El

Lunes
Tú eres su dueña. Estoy segura que tú como muchas chicas estarías encantada de darle a tu chico una sorpresa que no olvide jamás. Para ello te propongo estos consejos.

1.   Sé activa (aunque se quejen les encanta).- Puede que tengas la sensación de que a tu chico le gusta que permanezcas pasiva porque  apenas te deja colaborar en vuestras sesiones de sexo, esto es así por el interés que tiene por quedar bien y sacar la nota más alta, pero por detrás, estoy segura, se queja de tener que ser siempre el que decide, el cuando y el cómo. Puede que creas que desear o ser activa es ser poco femenino y que las mujeres tenemos otros modos más sutiles de hacer las cosas. También es verdad. Pero las mujeres, todas las mujeres tienen deseos e impulsos espontáneos y en su fuero interno  desean tomar la iniciativa y por una vez  hacer lo que siempre han soñado. ¡Pues bien! Ha llegado el momento. Siéntete la dueña de la situación y prepárate para dejarte llevar por esa niña juguetona que  tienes dentro y proporcionarle  una aventura que nunca olvidará. No tienes que preocuparte de que ser estupenda lo importante es que lo que hagas te salga de dentro y sobre todo que sea nuevo t diferente.

2.   Vestida para la ocasión, perfumes. No voy a decirte cómo tienes que vestirte porque ello depende de lo que tengas en mente. Desde quedar en su bar favorito y no llevar topa interior a comprarte el kit completo de doncellita francesa o de estricta gobernanta, lo que más te guste, lo que te resulte más cómodo o con los que te encuentres especialmente atractiva. Ya le conoces y sabes lo que le pone, hay hombres que prefieren la evidencia de unos senos al aire,  otros la candidez de la ropa deportiva y otros toda la parafernalia de los conjuntos de sex-shop. Lo que sea no lo pienses mucho seguramente que lo vas a llevar puesto poco tiempo. No olvides los tacones de aguja y las medias con liguero la mayoría de los hombres son unos clásicos, se han educado en la escuela de la pornografía y cualquier detalle que sugiera esas experiencias les vale. Antes de preparar el escenario, tómate una ducha o un baño de burbujas, relájate, masajea tu piel con una buena crema que deje un tacto sedoso y si tienes que depilarte procura hacerlo un día antes para no tener la piel irritada.

3.   Strep-tease para él.- Cualquier hombre agradece un buen strip-tease, no hace falta ir a una escuela para hacerlo medianamente bien. Lo primero es buscar una música que te inspire, ni muy lenta, ni muy rápida, cualquiera que te guste vale, pero elige  mejor que no sea ninguna de las conocidas. Ponte una ropa que se quite fácil y si es una falda que tenga una bonita caída, olvida los pantalones son imposibles de quitar con elegancia y un strip-tease se arruina si terminas revolcándote por el suelo y luchando con las perneras. Cinturones y guantes dan mucho juego, y las medias con ligero, si te las quieres quitar con elegancia prepara un taburete como los del cuarto de baño, hacen el culo muy bonito y disimulan la celulitis de las caderas. Siempre, ciando te quites las medias, los sujes o las braguitas, hazlo de perfil. Ponte braguitas y tanga, da mas juego y no le dejes que se acerque a ti, ni que te toque mientras bailas y le vas tirando las pendas una a una. Cuando consideres que has acabado y le veas muy excitado si quieres seguir sigue y si no ¡déjale con las ganas!


4.   Trátalo como un bebé. Otra buena sorpresa consiste es una sesión de bebé. Muchas personas hombres y mujeres añoran la época en la que su madre los cuidaba, los mimaba, los alimentaba, y los vestía sin que tuvieran que hacer nada. Cuanto más activa y más dominante es una persona más profundamente enterrado tiene el  deseo de volver a la cuna, el deseo de volver a ser como un bebé.  Para este juego es imprescindible tener una bañera, las duchas sirven para otro tipo de aventuras pero no estas. Prepara el cuarto de baño, luz tenue, velas, algún picoteo, una bebida fresca y agradable (cuidado con el alcohol). Toallas grandes y cálidas, champú que no irrite los ojos, una esponja gigante y tu ternura añadida a tu picardía. Por la mañana avísale que le tienes preparada una sorpresa no sea que ese día tenga trabajo en la oficina y el baño se quede frió y tu deseo también. Cuando llegue tómale de la mano sin decir palabra. Llévale al cuarto de baño,  desnúdale a besos, métele en la bañera, enjabónale bien, pásale la esponja por sus lugares más íntimos, lávale la cabeza y el resto de su piel con mucho mimo y aprovecha las toallas sobre el suelo para concluir la aventura. No te preocupes si el suelo del cuarto de baño se llena de agua.


Martes
Masaje sensitivo. La mayoría de los hombres son muy perezosos a la hora de dar o recibir caricias en toda la piel, a ellos les gusta ir al grano y también prefieren que lo hagas tú. Pero un buen masaje puede que le haga comprender que estaba equivocado.

5.   Elige bien el lugar. Seguro que cuando he dicho masaje has pensado en la cama. Pero si tu cama es una buena cama de matrimonio, no hay lugar más incómodo para entretenerte dando un buen masaje sensitivo, terminarás con los riñones al jerez y si te colocas sobre sus piernas él terminara con ellas dormidas y no se enterará de lo que le estás haciendo. El mejor sitio es la mesa de la cocina si es fuerte y se te puede mover a su alrededor o la mesa del comedor si reúne las mismas características, si no tienes una mesa de esa altura lo siguiente mejor (pero no tan bueno) es un sofá y una banqueta o reposapiés donde puedas estar cómodamente sentada. Prepara las cosas de antemano, cubre la mesa con una toalla para hacerla más mullida y para que no se manche con el aceite. Busca una música suave, o ruidos de campo, mar etc. Algo que te relaje a ti  y a él, también puedes poner velas de olor o aceites de quemar, según prefieras.

6.   Aceites. Los aceites son una apartado especial. Hay tiendas especializadas donde pueden venderte un excelente aceite de masajes y algún aceite esencial que te guste especialmente, el de rosa o jazmín son muy erógenos y sugerentes, no uses aceites de romero, tomillo o hierbas curativas porque suelen ser antierógenas. Los aceites esenciales no se pueden usar para masajes porque son muy agresivos y queman la piel, se usan mezclados en gotas (la proporción es tres cucharadas soperas de aceite de masaje no perfumado, por una gota de aceite esencial) con tres cucharadas soperas que depositarás en un palto tienes de sobra para un buen masaje. Toma cada vez una pequeña porción con los dedos, extiéndela frotándote las palmas de las manos y ya está todo preparado para empezar. Conviene que él se duche antes del masaje, así con su piel limpia, lo saboreara mejor y tú lo disfrutaras más

7.   Boca abajo. Empieza por colocarle boca abajo. El movimiento va desde el pelo y la cara hasta los pies, pasando por los brazos y las manos. Tienes que sentir el latido de su piel bajo tus manos, ser toda manos para experimentar el placer de tener a tu disposición un cuerpo para explorar en toda su geografía, no pienses en él, no le busques su placer, disfruta tú. Este juego es de una condición tal que cuanto mejor te lo pases tú, mejor se lo pasará él. Recuerda que además de manos tienes: brazos, codos, pelo (si lo tienes largo, úsalo como un látigo) y uñas. No uses las uñas al principio. Primero amasa grandes superficies de piel con movimientos en círculos. Si en algunas zonas tiene cosquillas planta las palmas de las manos con cierta fuerza y déjalas quietas durante un rato; las cosquillas desaparecerán. Cuando llegues a los pies, dale un besito en la oreja y susúrrale que se de la vuelta.


8.   Boca arriba. Ahora el movimiento va de los pies al pelo. No toques el pene hasta que no hayas acabado, porque en cuanto lo toques se acabo el masaje y no habrá manera de contenerle. La mayoría de los hombres interpretan cualquier caricia en el pene como preludio del coito y no es el coito lo que le espera. En la Edad Media le cortaban la mano derecha a la mujer que tocaba el pene de un hombre y algo de eso todavía nos queda, puedes masturbar, pero no mirar ni observar lo que está pasando tanto en el pene como en la cara de tu compañero. Es este un momento bueno para aprender cosas de tu chico. Cuando llegues al pelo sigue pasando los dedos de una mano con suavidad por su cara  y baja con al otra al escroto, acaricia sus testículos aprestándolos sin miedo, no son los apretones los que duelen sin los golpes. Puede que este momento su pene ya esté erecto, no te digo lo que tienes que hacer porque supongo que lo sabes, pero no le dejes que haga nada. Ni que mande nada, imponte y cuando le veas a punto, para y espera a que le baje la erección para continuar. Hazle sufrir un poco antes de llevarle hasta el orgasmo.


Miércoles
Dulces ataduras. Hoy vamos a jugar a tantas películas en las que hemos visto como los chicos atan a las chicas o viceversa. Es algo muy excitante y como las ataduras producen descargas de adrenalina el morbo está asegurado.

9.  No tengas miedo. Muchas personas no quieren jugar a este juego porque tienen miedo de lo que pueda pasar, no son capaces de confiar en su compañero/a y lo pasan tan mal que piensan que no les merece la pena. Si este es el caso de tu chico ni lo intentes. ¡Sáltate el tema de hoy y busca el de mañana que pude que le guste más! Pero si a ti se te ha pasado por la cabeza y te produce una sensación de placer mezclado con algo de miedo y a él te consta que también,  para ti son estas líneas. Lo primero y más importante es hacer un pacto con él, se trata de pactar una palabra que nada tenga que ver con las que normalmente se suelen decir en estos casos y a las que no hay que hacer ni caso pues forman parte del juego. Esta será una palabra como "recinto" o "alfeizar" o "repisa" que sea clave para parar y no seguir jugando. Idea una postura cómoda en la que se pueda permanecer quieto bastante tiempo sin sentir tirones o calambres. Si tienes una cama con patas o cabecero con barrotes tienes las cosas más fáciles, porque tienes que buscar una postura en la que tú domines a tu chico, y sus genitales estén expuestos a tus caprichos.

10.   Esposas. En  cualquier juguetería encontraras esposas de distintas formas tamaños y texturas, si vas a usarlas elige unas que no tengan llave para poder abrirlas con rapidez en caso de accidente. Puedes ponerle las manos a la espalda pero luego  no podrás tumbarle porque se hará daño en los hombros, lo mejor son los barrotes y dos juegos de esposas, si busca la total comodidad cómprate cuatro y átale las manos y los  pies bien separados. Ahora piensa en plumas, flecos, claveles, papeles o cualquier cosa con  la que hacerle cosquillas en todas partes, también puedes usar tus manos para arañar cachetear o tu boca para lamer o morder. Usa tu imaginación. Su pene será el termómetro que te indicará como se lo está pasando. No tengas miedo aunque tu pienses que le estás haciendo daño, si no se queja, sigue. ¡Ah! Pacta también, antes de empezar la sesión, si quieres que el placer sea recíproco, puede que tu también sientas curiosidad por experimentar lo que se siente  al ser atada,  pero puede que no. Déjaselo claro para que no se haga ilusiones.

11.   Cuerdas de seda y foulards. Seguro que viste "Instinto Básico" y recuerda a Sharon Stone con su foulards y sus picahielos. No te propongo que te cargues a tu pareja con un picahielo lo que te propongo es que le sugieras una sesión de cuerdas y ataduras. Necesitas una palabra clave,  cuerdas (que te recomiendo que sean de seda para que no dejen marcas), y pañuelos, (que pueden ser de cualquier tejido) y una silla. Esta vez se trata de vivir la experiencia de la ceguera durante el tiempo que tú quieras. Puedes sellarle los ojos con esparadrapos, colocarle una gafas de sol y sacarle a pasear, o prepararle unos cuantos alimentos de distintas texturas y sabores e írselos dando jugando adivinar de que se trata, depende de lo malvada que te sientas puedes hacerle que confunda fideos con gusanos o guindillas con fresas. ¡Tú veras! Cuando hayas agotado su ceguera, desnúdalo sin decirle nada de lo que le espera,  átalo a la silla con las manos atrás y las piernas abiertas y… 


12.   En una silla. Coloca un cojín en el suelo entre sus piernas par que tu cara quede situada ya sabes a que altura. Sujétale el pene con la mano con el pulgar hacia abajo. Rodéale el tallo con los dedos y desliza la mano hacia arriba girándola lentamente como si lo quisieras retorcer hasta llegar al final. Luego suelta el tallo y deja que la palma de la mano suba hasta la punta del pene. Vuelve a repetir el ejercicio en sentido contrario. Continua haciéndolo hasta que no lo pueda soportar, el truco consiste en que tu piel nunca deje de estar en contacto con la suya, de manera que al final no sepa donde empieza su pene y donde acaba tu mano. Ahora dile que te va a penetrar, forma un puño con la mano y coloca dentro una cantidad abundante de lubricante y haz que el pene penetre tu puño de forma rítmica, cuando el pene está a punto de salir del puño coloca la otra mano, tendrá la sensación de estar penetrando una vagina sin fondo. Si cierras los ojos e imaginas que tu mano es una vagina sentirás también la penetración.


Jueves
Caricias con la boca en el pene. Si no te gusta pensar en el pene dentro de tu boca no leas esto. Nadie debe de hacer nada que no le guste por mucho que insista tu compañero, pero si no te importa la felación es una de las fantasías que los hombres tienen. Si quieres darle algo no olvide inténtalo.

13.   Para empezar.- Si conoces muy bien la salud de tu compañero ¡estupendo! Pero si no estás tan segura procura tener a mano un preservativo porque la felación es una práctica de riesgo en la que la que más se expone eres tú. Acabas de arrancarle los calzoncillos a tu victima y lo que aparece es un espectáculo desolador. Nada está perdido si tienes dos buenas manos. Ahora su "chisme" está fláccido y caído, pero puede revivir si lo sabes hacer. Vas a trabajarlo como si se tratara de masa de pan. Imáginate que estás amasando para hacer una baguette. Empieza con las dos manos, con suavidad, verás como poco a poco va cogiendo consistencia mientras tu amasas cada vez más fuerte. Haz rodar su tallo entre tus manos. Úntalo de saliva. Prueba a dar algún lametazo. Cuando lo notes con toda su consistencia pasamos a la segunda fase.

14.   A ellos les gusta mirar. La postura que adoptes para hacer una felación es muy importante, tienes que estar cómoda tú y cómodo él, porque una buena felación lleva su tiempo. Todo hombre aunque lo nieguen llevan dentro un pequeño "mirón" que disfruta intensamente viendo lo que está pasando. Si le colocas son la espalda en la pared para que pueda apoyarse y las piernas abiertas tú puedes colocarte de rodillas en un cojín a sus pies. No hay hombre que se resista a esta postura, les da sensación de poder y si es necesario pueden acariciarte  la cabeza y marcarte el ritmo final, pero sólo al final. No le dejes que te toque, no le dejes que se mueva, que vea como tus  esfuerzos van llegando a su fin. Cuando notes que está a punto para y espera hasta que su respiración se relaje después retoma el juego de manos con otro estilo.

15.   Cuéntale lo que le vas a hacer. Acuérdate de los locutores de radio cuando están retransmitiendo un partido de fútbol, hacen sentir lo que está viendo y puedes llegar a verlo. Aquí se trata de hacer lo mismo pero sin voces, al contrario tienes que mantener una voz muy sensual y contarle mientras le acaricias la nuca o la espalda como vas a llegar hasta donde está esperando y cómo le vas a tocar no sólo el pene, también los muslos, los pelos, las pelotas… ¡Puedes montarle una retransmisión de lujo! Mientras vete soplando, tirando de la piel con cuidado, acariciando, lamiendo. Hazle preguntas que no pueda contestar. Busca el estilo que más le guste, gatita, estricta gobernanta, mamaíta, profe severa. Cada hombre tiene dentro de si una figura de seducción, si la encuentras habrás recorrido más de la mitad del camino. 


16.   Gira y gira. El la mayoría de las películas porno habrás visto masturbaciones (siempre las mismas) en las que la chica acaricia el pene del chico de arriba a bajo pero hay otras maneras de hacerlo: Juguemos a bomberos. Imagina que se ha declarado un fuego, necesitas el extintor que se encuentra entre las piernas de tu amante. Agarra la manguera con las dos manos.  No se trata de acariciar, se trata de presionar el tallo y moverla hacía arriba y hacia abajo. Ten un poco de paciencia hasta que obtengas el líquido que esperas. Círculos concéntricos. Coge su pene con ambas manos. Luego gira las manos en direcciones opuestas (es decir una en sentido de las agujas del reloj y la otra en sentido contrario) y luego vuelve a su posición original. Repítelo y mueve si quieres las manos hacia arriba y hacia abajo por todo el pene mientras lo haces.


Viernes
Sin manos…Hoy vamos a dejar las manos a un lado. No sólo las manos pueden dar placer. ¿Te imaginas el placer que puedes obtener y ofrecer con la boca? Te lo voy a contar. Hacer una buena felación puede convertirse en tu sello personal.  Es como subir una escalera. Te lo voy a contar para que sepas hasta donde llegar.  

17.   Primer piso: el beso. Para empezar no toques el pene hasta que no lo notes bien excitado. Ya sabes como hacerlo. Bésale, empieza por la planta de los pies, dedo a dedo. Asciende por las pantorrillas, detente en los muslos por dentro y por fuera. Acércate y roza la zona de máximo placer. Hazle pensar que tus labios se van a detener allí pero ¡llévatelos a otra zona! El pubis, el ombligo, las brazos, el pecho, cuello, cara, orejas… toda la piel espera que la beses. Cuando le notes gemir, y veas su pene erecto, entonces si. Acércate al pene: sí. Sólo si está excitado. Sino, invierte el tiempo necesario en el arte y el placer del beso. ¿Hace falta explicar los tipos de besos que hay? Con lengua, con lametazo, sólo piquitos, con mordisco sin dientes, con dientes, con chupetón… y todos los que se te ocurran. Practica todas las variaciones que se te ocurran y observa la que más le gusta para ponerla en práctica la próxima vez.

18.   Segundo piso: comodidad. El aquí te pillo y aquí te mato es estupendo, a veces, la urgencia de la pasión no deja tiempo ni para posturitas, ni para comodidades. Cuando te encuentras con alguien que te vuelve loca no te vas a poner a discutir qué lado de la cama prefieres. Pero esta vez no es el caso. Llevas días pensando en darle una sorpresa a tu chico, imaginándote la escena, preparando y puliendo los detalles. El cómo le coloques tiene mucha importancia. Lo mejor es en la cama boca arriba. Arrodíllate entre sus rodillas y empieza lamiéndole la cara interior de uno de sus muslos, sube hasta el periné y baja por el otro muslo. Le encantará, porque tu pelo le rozará el pene y las pelotas. Repítelo un par de veces. Pasa la lengua moviéndola sobre los huesos de la cadera y luego baja, baja…

19.   Tercer piso: también las manos. Puede que tengas algunos reparos. No asocies mamada a horas y horas de succión con la boca, a la sensación de ahogo, o al sabor del semen en la boca. En esta práctica hay diferentes niveles y tú tienes que elegir hasta donde llegar y donde quieres parar. También puede que pienses que el pene es un lugar sucio, no lo es más que la boca o la cara, pero si quieres estar tranquila, cuando pienses hacer un felación, prepara una ducha o un baño y enjabona bien la zona para que estés segura de que su piel está perfectamente limpia y vas a poner tu boca en un lugar higiénico. Ponlo en tu boca, esconde los dientes dentro de los labios, aunque no toques el pene con los dientes, a él se le pondrán los pelos de punta si te los ve, escóndelos. No olvides la manos, agarra el tallo del pene con fuerza y sigue moviéndolas mientras acaricias con la boca.


20.   Ático: el glande. Esa el la parte que tiene que quedar dentro de la boca, no metas nada más o el pene tocará la campanilla y te darán ganas de vomitar. Para prevenir esto empuja en glande contra el paladar con la lengua y mantenlo así mientras mueves la cabeza. No te preocupes del líquido que segrega el glande, es el líquido de Cooper, aunque lo deseara tu chico no lo puede controlar. No pares hasta el final o tu chico no te lo perdonará. Inclina tu cabeza y lame suavemente la punta sin parar. Puede que notes que se retuerce, entonces para. Otro truco. Ve cambiando el ritmo. Empieza suave pero poco a poco increméntalo. Chupa cada vez más rápido moviendo la cabeza. Si no sabes cómo acabar, coloca la mano de él en tu cabeza para que él lleve el ritmo final. Si quieres recibir el semen en tu boca puede hacerlo. No es el líquido de vida que los chicos creen pero tampoco es el líquido asqueroso que creen las chicas. Es parecido a la saliva y te encantan los besos con lengua…