20 Formas Para Que Las Chicas Disfruten Del Sexo

Explorar es conocer un territorio a menudo desconocido, es darte permiso para tocar y reconocer partes de tu cuerpo que desde muy pequeña te dijeron que no se toca porque es sucio o feo o pecado. Esta experiencia es previa a la masturbación, si conoces el territorio puedes sacarle mucho.

Lunes
La exploración

Explorar es conocer un territorio a menudo desconocido, es darte permiso para tocar y reconocer partes de tu cuerpo que desde muy pequeña te dijeron que no se toca porque es sucio o feo o pecado. Esta experiencia es previa a la masturbación, si conoces el territorio puedes sacarle mucho.
 
1.  Túmbate y empieza a explorar. Busca un lugar tranquilo, donde estés a salvo de las miradas o los oídos ajenos, desconecta el teléfono y crea para ti un tiempo como mínimo de una hora. Flexiona las rodillas y abre un poco las piernas. Empieza a explorar lentamente tocando todas las partes de tu cuerpo, no son sólo los genitales, toca tus brazos, tus senos, el vientre, la cara interna de los muslos. Investiga la forma de tocarte que más te gusta, utiliza las yemas de los dedos, las palmas de las manos, las uñas, quizás el dorso de las manos y las muñecas… ¡Tú verás! Cambia de postura siempre que te apetezca, reconoce y aprecia toda la geografía de tu cuerpo, sus partes duras, las blandas, las redondas, las rugosas, las lisas, las peludas o las peladas. Hasta que no sientas que posees todo el territorio no bajes a los genitales.

2.   La vulva. La vulva es la zona externa de los genitales femeninos, no la vagina que es la zona interior, el lugar donde se aloja el pene durante el coito. Esta encerrada dentro de los labios mayores y cubierta de vello espeso y fuerte. Mueve las puntas de los dedos sobre la unión de ambos labios externos, es una zona muy sensible y es muy agradable acariciarla, abre los labios y sigue explorando con la punta de los dedos, siente la textura de los labios internos, localiza la uretra y continua hacia arriba hasta localizar el tallo del clítoris (es como una vena gorda y flexible que se mueve debajo de la piel). Llega hasta el glande del clítoris, comprueba que puedes notarlo a través de la capucha que lo cubre, retira su capuchón y tócalo con suavidad. Pasea tus dedos por la parte exterior del orificio vaginal, e introduce uno o dos dedos con cuidado si notas tirantez o escozor,  lubrícalos con tu líquido, con saliva o con cualquier lubricante hidrosoluble de los que venden en las farmacias.

3.  Punto G. Se llama así en honor del doctor Gräffenberg que lo descubrió, algunos científicos creen que se trata de una de las raíces del clítoris que en estado de excitación abulta las paredes de la vagina, como el clítoris tiene dos raíces, hay mujeres que tienen dos puntos G. Vas a intentar buscarlo. Si estás relajada no lo notarás, solo aparecerá si estas excitada, por lo tanto para esta búsqueda necesitas un buen nivel de excitación, si no lo encuentras no pasa nada no todas las mujeres lo tienen a mano. Introduce los dedos hasta que notes una zona húmeda y caliente, ahora vete apretando un poco siguiendo el movimiento de las agujas del reloj, las 12 estarían en línea con el clítoris, si notas un bulto placentero a la una o a las once ¡bingo! Acarícialo suavemente y puede que sientas un placer muy intenso y ganas de orinar.  Ahora que ya sabes donde está puedes usarlo para masturbarte o decirle a tu chico que te lo estimule es un juego nuevo y muy divertido. 


4.  La respiración.  El ritmo de la respiración varía según el estado emocional. Y en la respuesta sexual la respiración ha de irse acompasando a las fases por las que pasa tu cuerpo: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Es importante que la respiración fluya durante todo el proceso. A veces, la falta de orgasmo se debe a que pretendemos controlar el ritmo respiratorio porque no s da vergüenza los quejidos o los suspiros que se producen, dales rienda suelta, déjalos fluir y si gritas, te quejas o respiran con fuerza tiene que ser así. Si te notas cohibida, haz un ejercicio que te recomiendo. Finge un orgasmo como el de la peli "Cuando Harry encontró a Rally". Libera tu cerebro de las ataduras de la cultura. Transfórmate en una "fiera salvaje" y deja que tu cuerpo se mueva y respire como le de la gana. No intervengas. 


Martes
Caricias

Ya conoces tu cuerpo y sabes donde tienes cada cosa, ahora vas a sacarle el mayor partido placentero a esos rincones tan divertidos que acabes de descubrir.

5.   El pecho. Has descubierto que te encanta acariciarte el pecho, has notado  como se acelera la circulación de la sangre y un cosquilleo aparece en un lugar debajo del ombligo. Pude que también hayas descubierto otras zonas en las que te sucede lo mismo, no las nombro porque erótica es toda la piel y cada uno tiene sus propios lugares, pero el pecho es una zona erógena de todos los humanos. Aspira profundamente, levanta un brazo por encima de la cabeza y con la otra mano empieza a acariciarte desde el sobaco, con intensidad y dulzura, tendrás que buscar tu propio ritmo y tu propia intensidad, hay mujeres que necesitan caricias muy enérgicas y otras que prefieren la máxima suavidad apenas un cosquilleo. Llégate al pezón tómalo entre los dedos índice y corazón (como si fuera un cigarrillo) y muévelo de fuera a dentro con pequeños estirones. Algunas mujeres llegan al orgasmo de esta manera.

6.   El clítoris.- Como ya has visto el clítoris no es sólo esa bolita que se pone dura en la zona superior de la vulva, sus cuerpos esponjosos y cavernosos están dentro de los labios mayores y menores, por ello para acariciar el clítoris cada uno ha de buscar su propia técnica. Yo te voy a dar algunas sugerencias. Coloca tu mano sobre la vulva cerrada con la parte de la palma sobre la zona donde se encuentra el clítoris y los dedos sobre la abertura vaginal, aprieta la mano rítmicamente mientras introduces los dedos en el orificio. Toma el clítoris por su base con los dos dedos pulgares y frótalos con salero. Pon los dedos de cada mano a ambos lados de  la parte superior de la vulva y muévelos rítmicamente presionando sobre el clítoris. Algunas mujeres no resisten la caricia directa sobre el clítoris y suelen acariciarse por encima de las braguitas.

7.  La penetración.- Es cierto que la mayoría de las mujeres no necesitan estimular la entrada de la vagina para llegar fácilmente al orgasmo pero a muchas les gusta la sensación de penetración, y unas pocas la necesitan para sentir que su orgasmo es completo. Para tener esa sensación de plenitud que proporciona la penetración puedes usar tus propios dedos, si estás acariciando el clítoris con una mano puedes meter un par de dedos de la otra en la vagina y dejarlos ahí sin moverlos no hace falta ningún movimiento para sentir plenamente. Pero también puede suceder que tus músculos hayan perdido su elasticidad. Te recomiendo unos ejercicios muy sencillos que te sirven tanto apara mejorar tu orgasmo como para mantener el suelo pélvico en forma. Aprieta el ano con fuerza durante diez segundos y  relaja. Repite el ejercicio diez veces al día. No lo hagas más tampoco conviene tonificar demasiado. 


8.   Balanceos y saltos. Ahora te propongo un ejercicio para facilitar el orgasmo y soltarte muscularmente. Se trata de imitar los movimientos de caderas de la penetración que también se hacen durante la masturbación. Túmbate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies en contacto con el colchón y la alfombra. Levanta las caderas y mueve la pelvis hacia arriba y hacia abajo, si para elevar el  cuerpo te resulta más fácil, apoya las manos sobre el colchón y mueve la cabeza de derecha a izquierda. Mientras tanto contrae la vagina como te he dicho más arriba y respira o grita o jadea. Sólo al principio necesitas un poco de concentración, si repites el ejercicio varias veces consecutivas te darás cuenta que cuando lo necesites tu vagina y todo tu cuerpo estarán entrenados para dejarte llevar por las oleadas del orgasmo.


Miércoles
Fantasías y Permisos  

9.- Date permiso para desear y ser activa. Uno de los mitos que más daño ha hecho a la sexualidad femenina es la idea de que las mujeres son pasivas y los hombres los activos. Las mujeres, todas las mujeres tienes deseos e impulsos sexuales pero los reprimen y, a veces, ni siquiera notan conscientemente que los están sintiendo, Date permiso para desear. La idea de que los hombres prefieren a las mujeres pasivas puede que fuera verdad en el siglo pasado pero en la actualidad muchos chicos se quejan de la pasividad de sus compañeras. Ellos también quieren sentirse deseados. Pero tampoco te obsesiones con la idea de la iniciativa, en esto como en todo déjate llevar por lo que te pida el cuerpo.

10.- Desarrolla tus propias fantasías. La imaginación afortunadamente es el único ámbito en el que somos totalmente libres, pero algunas personas pretenden ponerle vallas al viento y se niegan la fantasía. Cada persona puede tener las fantasías eróticas que se le antojen. Forman parte de esa parcela de la intimidad que es absolutamente inviolable y propio y no tiene nada que ver ni con conceptos morales ni con la capacidad erótica de cada uno. Si necesitas tener  una fantasía erótica especial para tener un orgasmo o para que tu orgasmo sea más intenso ¡no te prives! A tu pareja le importa mucho  más sentir tu placer que averiguar en qué estás pensando y si se pone pesado  con el tema ¡miéntele! Nadie tiene derecho a meterse en tu castillo interior. Pero si no tienes fantasías, búscalas: puedes ver pelis-porno, hay algunos comics preciosos, relatos como la colección "LA SONRISA VERTICAL" y sobretodo en tus propias experiencias y recuerdos.  

11.- Aprende a decir que no.- Parece que las mujeres se suelen sentir presionadas por los deseos de sus compañeros, y no saben decir que no a determinadas solicitudes. En sexo todo es bueno si se desea y malo si se obliga a hacerlo. No hagas caso de esos que dicen que si no te gusta el intercambio de parejas o el sexo oral o anal es que eres una estrecha o frígida o que tu pareja se irá a buscarlo fuera. Si su amor es tan pobre que por algo tan pequeño es capaz de renunciar a todo el amor que tú le das no te merece. El sexo es algo muy personal y como millones de mujeres disfrutas con lo que te apetece y no a todo el mundo le gustan las mismas cosas. Antes de comenzar tus sesiones déjate llevar por tus deseos y hay algo que te desagrada aléjalo de tu mente, Y explícale con claridad y sin ceder lo que no estás dispuesta a consentir o hacer. No creas eso de que las personas cambian por amor, porque si crees eso y él también pasareis toda vuestra vida intentando cambiar al otro en lugar de dedicarla a ser felices con los que hay.


12.- Orgasmo vaginal o clitoridiano. Está polémica que nace en el psicoanálisis y que clasifica a las mujeres en fálicas: las que no admiten el pene en la vagina ni disfrutan con él, que prefieren acariciarse ellas mismas y son las clitoridianas o inmaduras. Y vaginales: las que se someten a los dictados del varón, admiten el pene en la vagina y sienten el orgasmo de una forma íntima caso con el cuello del útero, estas mujeres, según Freud, son femeninas y perfectas. Pero el padre del psicoanálisis se equivocó, no hay más que un orgasmo el que nace como respuesta en la médula espinal y el lugar más fácil y cómodo para conseguirlo es el clítoris, por eso si tu pareja insiste en lo del orgasmo vaginal dile que tu quieres que él tenga un orgasmo desde el escroto. Un orgasmo es un orgasmo y lo importante no es el lugar desde donde viene, lo importante es la satisfacción que produce.  


Jueves
Beneficios de la masturbación

A muchas mujeres les cuesta admitir que se masturban y muchas de ellas no lo han hecho hasta que no han sentido la pasión. En esto lo hombres no llevan ventaja porque ellos suelen hacerlo desde los 12 o 13 años.
 
13.- Independencia y mejores relaciones de pareja. La masturbación está muy recomendada por los terapeutas sexuales como el mejor camino para que las mujeres aprendan que su satisfacción no depende de los hombres sino de su propia actitud hacia el sexo, las mujeres que se masturban para llegar al orgasmo de manera regular, no tiene problemas para lograr la plena satisfacción en sus relaciones de pareja, no puede decirse lo mismo de las que nunca o casi nunca se masturban. El haber aprendido sus vías para el orgasmo les permite ponerlo en colaboración y favorece una mayor comunicación dentro de la pareja. Muchos hombres que en un primer momento deseaba una mujer "ignorante" porque se sentían inseguros, después constataron que una mujer que se conoce bien es más fácil de satisfacer y las relaciones sexuales con más cómodas y gratificantes.

14.- Capacidad orgásmica y mayor control. Cada vez que llegas al orgasmo a través de la masturbación tu cerebro está aprendiendo caminos del placer, y esto favorece tu autoestima, incrementa la confianza en ti misma y aumenta tu atractivo personal. Cuanto más te conozcas, mejor controlarás tu respuesta sexual, verás como el orgasmo es cada vez mejor, más rápido y más intenso. Aprenderás si prefieres lubricantes tanto naturales como secreciones vaginales o saliva como artificiales como los que venden en las farmacias, como te gustan los vibradores y enseñaras a tu pareja a usar los masajeadores,  o cualquiera de los artefactos que venden para un mayor placer personal. No dejes de investigar todo tipo de elementos. Disfruta con tus fantasías cuanto más cultives tu jardín interior más disfrutaras de las relaciones de pareja.

15.- Circulación y estrés. Desde el punto de vista médico, la masturbación es un excelente ejercicio que favorece la circulación sanguínea, diluye el colesterol, aumenta las defensas, y ayuda a que el estado de ánimo tienda a la felicidad, diluyendo el mal humor y la tristeza. Además de los beneficios cardiovasculares nada mejor contra el estrés que este ejercicio regular, la liberación de endorfinas que el orgasmo lleva consigo es el mejor remedio para combatir la ansiedad difusa que provoca esa desagradable sensación de estrés que es una de los males de la vida moderna. Es bueno para eliminar el dolor de cabeza provocado por un día agotador y permite dormir más profunda y sosegadamente de lo que lo hace una pastilla.


16.- Para prevenir el Sida y otros beneficios.
Cada vez que acaricias tu vulva y tienes un orgasmo estás ejercitando y aprendiendo a conocer y controlar los músculos de tu zona perivaginal. Este ejercicio te ayudará a prevenir riesgos y complicaciones durante el parto y a prevenir las perdidas de orina durante la post menopausia. Y no es menor la ventaja que supone en los tiempos del Sida una práctica de la que estás segura que no tiene ningún riesgo incluso si la practica en pareja.


Viernes

A lo mejor has estado practicando todo lo que te ha propuesto y los resultados no han sido satisfactorios. O sea que lo pasas bien pro no llegas. No llega a producirse esa descarga intensa que te deja relajada y feliz, con esas contracciones que te llevan hasta el Séptimo Cielo. Veamos qué puede ser.

17.- Demasiadas expectativas.-
Puede que hayas leído mucho o te han contado muchas cosas o has visto lo que pasa en las pelis-porno. O Pude que te hayas pasado todo el tiempo conteniendo la respiración porque tienes mucha prisa por experimentar el orgasmo y apenas respirar… si te ha pasado algo de esto es posible que nunca llegues. Vuelve a practicar el ejercicio de imitación del orgasmo hazlo tantas veces como necesites hasta que forme parte de tu rutina y no tengas que pensar. La respiración es básica pero ha de ser profunda, armónica y rítmica, si no la fuerzas, ella sola va a ir adaptándose a las distintas fases de tu respuesta sexual y te llevará al orgasmo sin que te des cuenta… ¡como debe de ser!

18.- Demasiada tensión.
¿Te preocupa que alguien te sorprenda? ¿Tienes problema para relajarte? ¿Te parece que la habitación está llena de ojos? ¿O te estás viendo a ti misma ridícula? Todas estás preguntas que yo te hago si contestas que si a alguna es que estás en el "rol del espectador" y no te relajas. Busca un momento del exclusivamente para ti. Echa el cerrojo de tu habitación, pon una luz suave, una música que ahogue tus quejidos y desconecta el teléfono. Comienza practicando el ejercicio de la caricia en el pecho con la ropa puesta. También puedes encerrarte en el cuarte de baño y llenar la bañera, no hay cosa más gratificante que masturbarse dentro  del agua caliente.

19.- Demasiado relajada.
¿No consigues concentrarte? ¿El cuerpo te pesa y no parece hacerte caso? A lo mejor eres de esas mujeres que necesitan un poco de emoción a la cosa. Muchas de nosotros nos excitamos con más facilidad en situaciones arriesgadas  o poco comunes. Tengo una amiga que dice que sus mejores masturbaciones las ha tenido en la oficina apretando los muslos y delante de todo el mundo, y hay otra que lo empieza (aunque lo acabe en el servicio) en el ascensor que la lleva a su oficina. ¡No te cortes! ¡Busca los lugares que te dan morbo! ¿Qué tal el metro o el baño a la hora del café?


20.- El roce te molesta o no consigues concentrarte.
Si el roce te molesta es que no estás lubricando bien. El frotamiento de los dedos (que son secos) y las zonas vulvares precisa una lubricación porque si no es muy molesto, si tu fluido vaginal no es suficiente usa saliva o cualquier lubricante de farmacia. Si notas que tu cabeza se va a otro lado y eso te impide centrarte en lo que estás haciendo el mejor remedio es la música, una música excitante y rítmica que te ayude a llevar tu ritmo, no te puedo recomendar ninguna porque la música es algo muy personal pero en su famoso bolero,  Rabel  intento describir musicalmente una relación sexual con su amante, puede que a ti te valga. ¡Inténtalo!