Después de vivir algunos años en pareja puede
que la rutina se haya ido instalando en vuestra relación sin daros
cuenta. Ha llegado el momento de plantearos una mejora. Para ti chico
que quieres que tu pareja disfrute más contigo o para ti chica que
quieres darle una sorpresa que no olvide nunca, ahí van algunos
consejos.
Para ellos:
Posiblemente
la primera y más grande queja de todas las mujeres es que sus parejas
no les dedican el tiempo suficiente. En el aspecto sexual las mujeres
son mucho más complicadas y sus deseos son mucho más extensos y
variables que los de los hombres, son capaces de responder a caricias en
grandes áreas de su piel y si la estimulación es adecuada pueden
obtener orgasmos de formas muy variadas. Entendiendo esto es fácil
deducir que cada hombre ha de explorar y comprender el cuerpo de su
compañera ya que, desafortunadamente para ellos, cada mujer es un mundo.
Pero puede que ya conozcas muy bien los recovecos del cuerpo de tu
compañera, en ese caso voy a darte algunos consejos para conseguir que
sus orgasmos sean más intensos. Entretente lo más posible en los
preliminares. La mayoría de las mujeres disfrutan enormemente con besos,
abrazos y caricias tiernas.
Desnúdala muy despacio, acariciándola
por encima de la ropa. Hay muchas mujeres que se excitan más vestidas o
semidesnudas que desnudas del todo.
Mantén una agradable media luz.
Prepara un aceite de masaje oloroso. Esconde en el fondo de un cajón, el
móvil, el fijo y el reloj.
Tiéndela bocabajo sobre un lugar que sea cómodo para ti.
Empieza
acariciando toda su piel con toques firmes desde la cabeza a los pies,
piensa algo erótico y recuerda que las sensaciones se transmiten muy
bien de las manos a la piel, si estas aburrido o cansado se nota. Cuando
llegues a los pies dale la vuelta y continúa la caricia de los pies a
la cabeza, no toques, ni sus genitales, ni sus senos... de momento.
Entretente
mucho en los pies, el pelo, los glúteos, la cara interna de los muslos y
hasta que no la notes bien excitada no le toques el pecho. Acarícialo
con suavidad al principio, algunas mujeres lo tienen extremadamente
sensible, pero otras aprecian una caricia enérgica en los pezones.
En
este momento tiene que estar ya muy excitada y le toca el turno al
clítoris, trátalo con suavidad, recuerda que es como tu glande. Usa el
líquido vaginal para lubricarlo y no lo toques directamente. Pon
atención a sus movimientos, estos te indicaran el ritmo que debes
imprimir a la caricia. Si notas que está llegando al orgasmo no dejes de
estimularla porque si lo haces perderá la excitación y se sentirá muy,
muy frustrada, sigue hasta que lo tenga y penetra después, si ese es tu
gusto. Cuanto más larga sea la caricia de la piel, más intenso será el
orgasmo. Haz que su orgasmo sea memorable usando todas las partes de tu
cuerpo para darle placer, manos, boca, muslos, etc.
Busca la postura que más le guste para la penetración. Recuerda que necesita moverse.
Deja de preocuparte por aguantar. Libera tu cuerpo y en este momento olvídate de ella.
Con
el orgasmo no acaba una buena relación sexual para una mujer. Si lo que
quieres es que ella se acuerde siempre de esta relación haz que se ría,
la risa es la mejor compañera de cama.
Para ellas:
Si
quieres conseguir que él viva una experiencia inolvidable hay algunas
cosas que necesitas tener preparadas de antemano. Encárgate tú de todo,
de preparar la casa, de organizar el tiempo, de tener dispuesto un
ligero tentempié y sobretodo avísale de que le espera algo importante,
el principal estímulo de un hombre es su fantasía y si le avisas de
antemano la mitad de tu tarea la hará su cerebro, pero sobretodo no le
dejes tomar la iniciativa ni hagas caso de ninguna de sus suplicas.
Habla. El sexo es más excitante si se acompaña de palabras. Cuando
acaricies su pene háblale, cuéntale lo hermoso que te parece, en el
fondo casi todos los hombres guardan en su corazón un resto de complejo
de pene pequeño y les hace sentirse muy bien cuando una mujer les dice
lo grande, poderoso y bello que es su cetro de poder. Acaríciale y no
permitas que te toque hasta que notes que está realmente excitado. No
manipules su pene o su escroto bruscamente hazlo con suavidad y
lentitud, no tomes como ejemplo lo que has visto en películas X no son
más que películas, la realidad es muy otra, tu caricia ha de ser suave
pero la forma de asirlo ha de ser firme, apriétalo con fuerza y muévelo
con delicadeza.
El
escroto también es una zona muy sensible que suele quedar relegada al
olvido. Puedes acariciar su piel e incluso morderla o pellizcarla,
también puedes tomar uno de sus testículos con tu mano y oprimirlo
suavemente, al mismo tiempo, quizás, que haces otras cosas con la otra
mano o con la boca. La mayoría de los hombres sienten con mayor
intensidad el orgasmo si se aprieta un testículo contra el otro en el
momento oportuno.
Se creativa. Hay
pocas cosas que exciten tanto a un hombre como una mujer creativa en la
cama. Invéntate cosas, por ejemplo, si tienes el pelo largo azótale la
espalda con él. Dale besitos en el glande con las pestañas. Pásale un
trocito de hielo por el pecho hasta el pubis. Acaríciale con fuerza los
dedos de los pies. Masajéale los glúteos. Cuando le veas muy excitado
para y espera a que le baje un poco la excitación para continuar. Busca
nuevas posturas. Algunos estudios nos dicen que a los hombres les gusta
cambiar más de postura que a las mujeres. Llévale hasta el orgasmo de la
manera que tú prefieras. Si has decidido que sea a través de la
penetración, la postura tú-encima es la más adecuada para que
controles los movimientos y para que veas, por su cara y gestos en que
momento se encuentra. Acelera o frena según te convenga. Cuando se
encuentre satisfecho, no le acaricies, la mayoría de los hombres después
del orgasmo tienen la piel muy sensible y las caricias no les gustan,
prefieren los abrazos enérgicos. Ahora es el momento de sacar lo que
hayas preparado, comida o bebida, sírveselo como si fuera tu señor y
ponle la cara adecuada para que comprenda que ahora te toca a ti, pero
se le notas totalmente desmadejado, déjale dormir, pero indícale con
cariño que te debe una.
RECUADROS
Zonas erógenas masculinas.
Recuerda que para los hombres las zonas erógenas son las más próximas a los genitales:
El pene.
El escroto (que es la bolsa que guarda los testículos)
El periné (que es esa especie de almohadilla que hay entre el escroto).
Las ingles.
La cara interna de los muslos.
Las rodillas.
El pubis.
Desde el ombligo hasta el pubis.
Las tetillas.
Para los hombres la zona erógena por excelencia es el pene.
Zonas erógenas femeninas.
Para las mujeres las zonas erógenas son las más alejadas de los genitales o los senos.
El pelo.
Las manos.
Los dedos de las manos.
Los pies.
Los dedos de los pies.
El cuello.
PILDORILLAS
CLEOPATRA Y SU VÍBORA.
La
vida y la muerte de Cleopatra última reina de Egipto está rodeada de
más leyenda que verdad, por ejemplo cuando Marco Antonio y Cleopatra se
suicidaron ella tenía más de 50 años y él 60, y aunque después del
fracaso naval ella intentó seducir a Octavio Cesar no lo consiguió. Este
la recluyó en su palacio fuertemente vigilaba porque quería entrar en
Roma con la reina atada a las ruedas de su carro. Burlando su vigilancia
logró matarse después de una buena cena y junto a dos criadas Iras y
Carmiana sin que su cuerpo reflejara ningún tipo de violencia y como en
un sueño por eso se cree que no fue una víbora la que la mató, no hay
este tipo de serpientes en Egipto, sino las emanaciones de un pebetero
de carbón de roble.
LOS PLACERES DEL AMOR.-
“De
las cosas que hay en el mundo que más me gustan, las mujeres y los
perfumes ocupan el primer lugar. Ambas alegran mi corazón y hacen que
mis oraciones sean más fervorosas” solía decir Mahoma gran admirador de
la belleza femenina. A los 25 años pidió la mano de su prima Kadidja que
era viuda, rica y 15 años mayor que él, fue su amada esposa y madre de
sus cuatro hijas, no tuvo más esposa hasta que ella murió a los setenta y
cinco años. Después se enamoró varias veces y sentó el decreto coránico
de que un hombre podía tener cuatro mujeres legales y cuantas
concubinas deseara y pudiera mantener.
HIGIENE Y ROPA INTERIOR.-
Las
mujeres europeas se cambian de bragas una media de una vez a la semana,
las españolas lo hacer una vez al día. Las medias o calcetines de nylon
han de ser de la talla correcta, si son pequeños deforman los pies
montando unos dedos sobre otros o producen entre estos callosidades muy
dolorosas.
POEMAS ERÓTICOS.
El más conocido y
posiblemente el más antiguo de los poemas de amor está recogido en la
Biblia, es el “Cantar de los Cantares” que se atribuye al rey Salomón y a
una de sus esposas, la Sulamita. Las metáforas que se emplean son de
una belleza y de un erotismo explícitos como cuando el Amado dice a la
Amada “tus pezones como dos crías mellizas de gacela que pacen entre
lirios”. Imaginemos a dos crías de gacela de un suave color marrón
rojizo paciendo a vista de pájaro en un campo de lirios blanco
azulado...
MACHO Y HEMBRA.
La mayoría de los
moluscos suelen cambiar de sexo a lo largo de su vida, primero actúan
como larvas libres asexuadas y se alimentan de lo que encuentran, luego
se asientan en el fondo marino y actúan como machos durante una
temporada, en la siguiente o a veces en la misma una vez que han emitido
sus células reproductoras se transforman en hembras adultas, pasada la
eclosión de los huevos vuelven a ser machos de nuevo y así sucesivamente
a lo largo de toda su vida. ¡Qué gozada! ¿no?.
© Pilar Cristobal 2022